El Guerrero
En tiempos de paz...hacen falta guerreros, portadores de la luz.
En tiempos de convulsión, de turbulencia como estos...
hacen falta guerreros del amor,
sembradores de semillas de una nueva humanidad.
Podemos convertirnos en guerreros en la medida
que nos convertimos conscientemente de vivir dignamente,
que somos capaces de ver al lugar donde nos encontramos como un altar.
A cualquier acto que estemos realizando como algo sagrado.
La plenitud resulta imprescindible en cada momento.
El guerrero sabe que cada día es importante,
que cada día podría ser el último,
que cada acto es fundamental,
vive fervientemente el presente.
Por eso esta enamorado del instante,
presiente que detrás de él fluye la eternidad que también cabe en su interior.
El caminante de bien el guerrero, guerrero del amor.
Es decir gente valiente capaz de amar,
Gente que descubre sus límites y los amplía.
El guerrero es la suma de amor, libertad, valor…
Vive fervientemente el presente, intensamente cada día...
Chamalú (indio quechua)
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